martes, 18 de febrero de 2014

MIENTRAS NO DIGAS TE QUIERO DE LOLA BECCARIA.

Mientras No Digas Te Quiero resulta una novela en clave de comedia, tierna y romántica que ofrece además grandes verdades y reflexiones acerca del amor.

Star Bien es un oasis donde refugiarse de los problemas de la vida diaria y salir renovado, dispuesto a enfrentarse con nuevas energias mediante prácticas milenarias orientales, combinadas con las más modernas tendencias a los retos de la sociedad occidental.

Iris es una psicoterapeuta frustrada emocionalmente por sucesivos y recientes fracasos amorosos. Mario, el director de Star Bien pone a Iris ante las cuerdas al exigirle que cambie el estilo de su taller psicológico, ya que no es rentable y se dan de baja los participantes. Le propone un taller donde se adquieran habilidades y atractivo personal con el fin de encontrar marido. 

Iris se pone a dar clases de seducción sin tener idea de la cuestión, sintiéndose extraña a esa idea. Ella debía ser la realizadora de los prodigios, una especie de curandera o chamán que a la luz de la hoguera quemase los malos augurios y despejase el terreno de la felicidad, solo que Iris se había dejado los polvos mágicos en algún rincón olvidado. Como recurso desesperado adjudica una diosa del Olympo a cada una de las participantes de la clase y les pide que actúen como lo harían ellas.

La autora a través de sus protagonistas reflexiona sobre el amor. ¿Estará el amor de alguna forma programado en la evolución del ser humano? Con toda certeza el apego era la clase de pegamento emocional que unía a los padres con los hijos y también a las parejas. Pero también era algo que se deterioraba, hacía que las parejas se separasen y también había quienes, precisamente, por miedo o rechazo al apego no se emparejaban jamás. ¿Por qué poner como anzuelo genético algo que podía traer muchas más complicaciones a la hora de la verdad? Se parte de la base de que la naturaleza es sabia y de que suele encontrar medios realmente eficaces para subsistir y reproducirse, pero no dejaba de ser igualmente cierto que también se equivocaba, y que en esa obsesiva búsqueda de la excelencia genética o de la supervivencia a cualquier precio podía meter la pata y acabar con una especie entera. ¿Y si el amor era algo que se le había ido de las manos a la propia evolución? Cuántas veces en aras del amor elegimos mal y cuántas veces el desamor destruye miles de opciones de apego. Pero es evidente que el amor no puede ser darwinista. Sin duda el amor es el reducto secreto de la libertad más absoluta del ser humano, ese gran misterio que la ciencia no podía interpretar o diseccionar.

Iris en la ópera, a pocas filas de butaca de Daniel, el hombre que ama, siente la presión de las lágrimas, pero aquel llanto no es un llanto por Daniel es el llanto por toda una vida de equivocaciones, y cada lágrima vertida es una lágrima por cada necesidad no cubierta en su vida. Por haber sido programada para no saber cubrir bien sus necesidades en el amor. ¿Pero qué importaban ella y Daniel, minúsculas criaturas en mitad del universo?  Importaban sólo porque eran muestras ambos de la incorrección de la humanidad. Una humanidad que se estaba entrenando duramente en no amar. Una sociedad en la que Stendhal habría puesto el grito en el cielo, pues cada vez más el hastío de Don Juan, perdido en su erotismo insustancial vencía a la exaltación de Werther, entusiasmado por darlo todo en el amor.

Lola Beccaria nos ofrece una novela entretenida y emocionante dónde las protagonistas recorren un camino iniciático para encontrarse a sí mismas y así ser capaz de elegir y, finalmente, encontrar el amor. Una deliciosa comedia.