lunes, 12 de enero de 2015

LA MUJER HABITADA DE GIOCONDA BELLI

La Mujer Habitada sumerge al lector en un mundo mágico y ferozmente vital en el que la mujer, víctima tradicional de la dominación masculina, se rebela contra la secular inercia y participa de forma activa en acontecimientos que transforman la realidad. Partiendo de la dramática historia de Itzá que por amor a Yarince muere luchando contra los invasores españoles, el relato nos conduce hasta Lavinia, joven arquitecta moderna e independiente que al terminar sus estudios en Europa ve su país con ojos diferentes.

Mientras trabaja en un estudio de arquitectos, Lavinia conoce a Felipe y la intensa pasión que surge entre ambos es el estímulo que la lleva a comprometerse en la lucha de la liberación contra la dictadura de Somoza. Rebosante de un fuerte lirismo, La Mujer Habitada mantiene en vilo al lector hasta el desenlace final.

Gioconda Belli es una poetisa y novelista nicaragüense que formó parte del Frente Sandinista de Liberación Nacional, y cuya oposición a la dictadura del general Somoza la llevó a una condena a prisión y al exilio político. Después del triunfo sandinista ocupó distintos cargos en el gobierno, abandonando todos ellos ellos para escribir ésta, su primera novela.

La Mujer Habitada nos habla de dos épocas y de dos mujeres cuyas vidas tienen varios nexos de unión en común como es la lucha contra el poder vigente: Itzá, una indígena que en primera persona nos narra la época precolombina y su lucha contra los colonizadores españoles para defender su raza y Lavinia, joven de los años setenta, cuya historia y evolución personal conoceremos a través de un narrador omnisciente. En un lugar ficticio, Faguas,  con el Gran General como dictador y con el Movimiento de Liberación Nacional luchando por un cambio, la analogía con Nicaragua, Somoza y el Frente Sandinista es clara y evidente.

Dos historias que se combinan y se complementan, dos mundos paralelos para enseñarnos que la vida es un ciclo, que la historia se repite y que, precisamente por ello, debemos siempre aprender de nuestro pasado por muy lejano y ajeno que nos parezca. Dos historias, que por muy dispares que aparenten ser, nos muestran la resistencia, la fuerza, la solidaridad, y muy especialmente nos enseñan que en cualquier época los sacrificios son necesarios para lograr un cambio que siempre  es posible.

Con unos personajes, tanto principales como secundarios llenos de vida, magistralmente definidos, la evolución de todos ellos avanza conforme avanza la lectura, de modo que crecemos con ellos. La profundidad de los personajes es especialmente palpable en algunos secundarios, como los padres de Lavinia, que aunque apenas aparecen en la novela salvo en los pensamientos que sobre ellos tiene su hija, no es ello óbice para que queden perfectamente trazados en su forma de vivir y entender el mundo.

La autora describe minuciosamente las dudas y las luchas internas de sus personajes, de modo que es imposible no viajar también nosotros al interior de Lavinia a la par que al nuestro y vernos reflejados en sus contradicciones y en su lucha por superar su propia historia.

La prosa de Gioconda Belli está llena de poesía, siendo de un lirismo casi musical. Su forma de escribir es elegante, sensible, culta, dulce incluso en los momentos más crudos de la novela que son muchos. Es, sin duda, un placer leer libros tan bien escritos como éste, que te hacen disfrutar no sólo de la historia, sino de la narración en sí misma y eso que en ocasiones el vocabulario y la forma de expresarse se nos pueden hacer un tanto extraños por las expresiones y giros propios del español de Latinoamérica.

Una novela en la que se mezclan historia y ficción, realidad y magia y en la que se tratan temas no sólo políticos, sino que nos habla también de amor, de pasión..... "Los dos tenían escrita en la mirada la noche de desnudez en que soltarían las amarras y naufragarían juntos".

Nos habla de rebeldía, de naturaleza, de diferencias sociales, de ricos y pobres y de feminismo. Sublime parece este párrafo a cuenta del papel secundario de la mujer: "yo podía combatir, ser tan diestra como cualquiera con el arco y la flecha y, además, podía cocinar y bailarles en las noches plácidas. Pero ellos no parecían apreciar estas cosas. Me dejaban de lado cuando había que pensar en el futuro o tomar decisiones de vida o muerte, y todo por aquella hendidura, esa flor palpitante, color de níspero que tenía entre las piernas".

La Mujer Habitada es una historia que atrapa de principio a fin. Es la lucha de dos mujeres que denuncian y combaten no sólo la opresión del pueblo, sino también la opresión de la mujer. Una novela que nos recuerda que siempre se puede luchar por un mundo mejor y más justo y nos insiste en que la resignación nunca es ni la solución ni el camino para llegar a ese mundo.

La novela de Gioconda Belli nos muestra muy especialmente la necesidad de vivir habitado, ya que sólo así conseguiremos una vida plena, en contraposición a una vida vacía e indiferente que viene a ser una muerte en vida. Porque...nadie que ama muere jamás.

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