martes, 20 de octubre de 2015

LA ESMERALDA DE LOS IVANOFF DE ELIZABETH ADLER

El catálogo de Christies anuncia la venta de una "magnífica esmeralda" de cuarenta y cinco kilates, "sin defectos" y la identifica simplemente como "propiedad de una dama". A las pocas horas los corredores de Bolsa y los políticos más poderosos del mundo se movilizan, excitados por la inminente venta en Ginebra.

Los rumores dicen que esa joya forma parte del fabuloso tesoro de los Ivanoff, una pieza que fue vista por última vez sobre la tiara de una princesa rusa presuntamente asesinada durante la Revolución Bolchevique.

Lejos de este escenario, una anciana llamada Missie O'Brien sigue paso a paso las noticias desde un hospital geriátrico de Maryland. Ella conoce todos los secretos de los Ivanoff y está dispuesta a revelarlos, como así también el pasado que ha escondido durante tanto tiempo.

Con un argumento como el que nos ocupa, la novela no podía ser mala, había que darle una oportunidad, y me alegro de haberlo hecho, porque todo lo que se refiere a esa época me fascina.

La historia comienza cuando una princesa de la casa Ivanoff y sus dos hijos, Alexei y Xenia, intentan escapar de quienes les persiguen. Estamos en 1917, están asediados y no tienen más remedio que huir del país, junto a la niñera Missie, una joven inglesa. Eso sí, lo hacen con una verdadera fortuna en joyas. La más preciada, una esmeralda de valor incalculable.

La huida no sale, sin embargo, demasiado bien, puesto que tanto la princesa como su hijo perecen en un ataque. La niñera consigue escapar junto con la niña, se trasladan a América y allí viven sin que nadie sepa quiénes son.

El tiempo pasa, y muchos años después la costosa esmeralda sale al mercado en la casa más famosa del mundo de las subastas. No se expone a quién pertenece, solamente se indica que es de una dama.

A partir de aquí hay varios personajes interesados en la joya y en saber su procedencia: Warrender, un político norteamericano, Reese, una periodista y Valentín un político ruso.

Todos y cada uno de los personajes tienen una fuerza increíble, todas y cada una de las escenas nos llevan a un mundo maravilloso -aunque a veces doloroso-, la historia tiene tensión e intriga en grandes dosis. No se puede pedir más a una novela si esta nos traslada a paisajes sublimes y situaciones que dejan sin aliento.

Todos los lectores habrán leído sobre la Revolución en Rusia, dónde los que pertenecían a las familias nobles fueron perseguidos, acorralados e incluso asesinados. Viene a la memoria, leyendo el libro la película de Anastasia que tan maravillosamente recreaba esa época.

Siguiendo con el argumento, la nieta de los Ivanoff ha sobrevivido y se ve en la necesidad de poner en venta la esmeralda. Este hecho alerta a quienes quieren saber qué pasó con la familia Ivanoff cuando escaparon de Rusia, y tanto los servicios secretos rusos, como los servicios secretos norteamericanos, se ponen en movimiento. Para ellos es importante conocer la identidad de la dama porque creen que tendrán acceso a la enorme riqueza del príncipe Ivanoff si la encuentran.

Me han resultado especialmente interesantes los saltos cronológicos que aparecen en la narración, haciéndonos partícipes tanto del tiempo en que se pone en venta la esmeralda, como del tiempo pasado, cuando sucedieron los hechos. Pero no por esto se hace complicado seguir la lectura, es más, creo que de no haberlo hecho así la narración hubiera perdido fuerza.

Acción, intriga, tensión, muy buenos personajes, una historia preciosa, todo lo podemos encontrar en esta novela. Si como todas las novelas tiene algún fallo, pasa desapercibido y oscurecido por la influencia de una historia maravillosa.

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