jueves, 13 de octubre de 2011

EL ALIENTO DEL CIELO

Carson McCullers junto con Katherine Anne Porter y Faulkner constituyen el grupo de escritores que mejor ha reflejado la literatura del sur de Estados Unidos. Su vida no fue larga (murió a los 58 años) y esta razón, unida a las numerosas enfermedades que sufrió, hacen que su obra no sea extensa y conste sobre todo de cuentos cortos. Sin embargo, pese a su problemática vida Carson McCullers era una escritora nata que nunca se rindió a las adversidades que encontró en su camino. Sus escritos revelan un universo inquietante y caótico pero enormemente poético dónde se aúnan  lo gótico con lo extravagante. Los personajes de sus mejores escritos son freaks, fenómenos casi de feria en algunos escritos como La Balada del Café Triste; en otros, como el Instante de la Hora Siguiente, neurasténicos incomprendidos dados a la bebida, o adolescentes que emprenden un rito de iniciación a la comprensión del mundo que les rodea; como en Sucker o Frankie y la Boda, pero en todos sus escritos los personajes son seres vulnerables e incomprendidos que buscan por uno u otro medio ese algo más que sólo es otorgado a los escogidos.  Lo que buscan sus personajes es también lo que buscaba la propia MacCullers y que se expone de forma explícita en algunos escritos como Un Arbol. Una Roca. Una nube y en la Balada del Café Triste. Ese algo tan buscado no es otra cosa que el amor. Pero no es simplemente el amor entre dos seres ya sean éstos hombre y mujer o el amor fraternal entre padres e hijos, hermanos o amigos. No, el amor que propugna McCullers, el AMOR con mayúsculas no es otra cosa que el amor universal a todos los aspectos de la creación y de la vida. Un amor tal, como explica Mc Cullers en Un Arbol. Una Roca. Una Nube, es un principio filosófico que lleva toda una vida desarrollar y en el que nos podemos quedar en el camino sin conseguirlo.  EL ALIENTO DEL CIELO es un compendio de la mayoría de los relatos breves de Carson MacCullers y de tres de sus novelas cortas: Reflejos en un Ojo Dorado, La Balada del Café Triste y Frankie y la Boda; es todo un homenaje a la memoria de esa gran escritora sureña que decía: "yo no querría vivir si no escribiese".
Sucker.
Es una especie de rito de iniciación sobre la pérdida de la inocencia de un niño de doce años que quiere ser amado y aceptado por su primo, cuatro años mayor que él y que es su ídolo a imitar; pero éste que atraviesa esa edad difícil que constituye los últimos años de la adolescencia, tiene otros intereses y le desprecia cruelmente. Sucker se volverá a partir de ahí frio y duro, cambiando totalmente su carácter y haciéndose mayor.
El Patio de la Calle Ochenta Zona Oeste
Relato sobre la soledad y el hacinamiento, las penurias y carencias en la gran ciudad, dónde la narradora se enamora de su vecino de habitación, un completo extraño, y le erige en árbitro de los problemas del vecindario, imaginándole con cualidades superiores y guardando su recuerdo durante años pese a no haber cruzado una palabra con él.   
Poldi.
Se desarrolla en un ambiente musical y podría ser una continuación de El Patio de la Calle Ochenta Zona Oeste.Trata de amores no correspondidos y de la indiferencia del amado por el amante. Poldi, una violonchelista que no corresponde al amor de Hans a quien ella considera un hermano pequeño, está a su vez enamorada de otro violonchelista que no le hace caso.
El Aliento del Cielo.
Poética narración con claros tintes autobiográficos, vívida y transida de sentimiento, con acertados símiles y metáforas ajustadas que describe el sufrimiento de una enferma de tuberculosis postrada en cama y cómo el especial estado de ánimo generado en la enferma por esta situación incide en la relación con su madre y hermanos.
El Orfanato.
Relato de reminiscencias góticas caracterizado por un ambiente cerrado y opresivo, -que recuerda en algunos aspectos a Jane Eyre de Charlotte Bronte- dónde la narradora rememora episodios de la infancia un tanto siniestros.
El Instante de la Hora Siguiente.
En este relato, plagado de vívida imaginería, asistimos a la crisis de un matrimonio en el que el fuerte amor del amarido por su mujer amenaza con destruirlos a los dos.
Así.
Narra el paso iniciático a la adolescencia y el rechazo al mundo de los adultos por una narradora anónima cuya hermana mayor rompe la relación de compañerismo que había entre ellas al hacerse mayor.
Wunderkind.
Magnífico relato, posiblemente autobiográfico, en torno a una niña prodigio que al crecer pierde sus facultades y ve impotente como su don para la música, que le prometía un futuro fulgurante,  se le escurre entre los dedos. Excelente dramatización de las escenas y los detalles, palpándose la angustia de la protagonista al notar cómo toda su niñez sacrificada en aras de la música ha sido en vano.
Los extranjeros.
Poética narración que trata del viaje al sur de un judio, Felix Kerr, con su inevitable carga de pérdida y nostalgia y hermana a este personaje con otros parias que se encuentra en su recorrido, a través de un mismo dolor y desconsuelo.
Sin título.
Un joven que va de regreso a su hogar después de tres años de ausencia intenta desentrañar en un bar de estación el oscuro arabesco en que se le presenta su pasada adolescencia, y será a través del ruecuerdo dónde, al final, las piezas logran encajar haciendo que él se encuentre a sí mismo.
El Jockey.
Relato que transcurre en una sola escena, cargada de dramatismo, dónde se describe el enfrentamiento entre un jockey en declive y tres hombres insensibles, culpables de que echen del negocio a un jockey amigo.
Madame Zilensky y el Rey de Jordania.
Narración esperpéntica  en clave de humor poblada de personajes freaks de MacCullers, dónde a través del amor y la comprensión puede el amante adoptar la visión irracional e ilógica del amado y ver el mundo a través del prisma de lo absurdo.
Correspondencia.
Relato epistolar humorístico que va cambiando de tono de una carta a otra: de amistoso a anhelante; de anhelante a enfadado; de enfadado a formal y encopetado. Lo que no varía es la tendencia de la autora, Henky, de centrarse únicamente en sí misma.
Un árbol. Una roca. Una nube.
Narración que se centra como ninguna otra en exponer de boca del protagonista y de forma diáfana la temática filosófico-existencialista de MacCullers: el amor es una ciencia que consigue que logremos nuestra verdadera identidad y nos realicemos como auténticos seres humanos.
El Arte y el Señor Mahoney.
Excelente boceto satírico en el que el protagonista, un hombre bueno y dócil pero rudo y sin sensibilidad para el arte se ve arrastrado por su mujer, una snob cultural, a propulsar todo tipo de arte.
El Transeunte.
Lo efímero de la vida y la fugacidad del tiempo son el tema principal de este relato en el que el protagonista, el periodista John Ferris, se dá cuenta tras la muerte de su padre, de los años que ha desperdiciado sin alcanzar la estabilidad de una vida compartida.
Dilema Doméstico.
Relato sobre la convivencia con una alcohólica y la ruina familiar que eso representa. Está centrado en los sentimientos ambivalentes del marido hacia su mujer que van desde el odio y el resentimiento cuando su afán es proteger a sus hijos, al amor y la pena por verla indefensa ante sí misma.
Muchacho Obsesionado.
Narración centrada en la locura como tabú social. Lo no dicho pesa en el ambiente adquiriendo tonos góticos y siniestros.
¿Quién Ha Visto el Viento?
Relato dramático de un escritor, Ken Harris, que al cabo de diez años de publicar su primera novela ve frustrarse su talento para escribir, volviéndose mezquino y amargado y dándose a la bebida.
Reflejos en un Ojo Dorado.
Intensa tragedia, ajustada y precisa, relatada con admirable maestría por Mc Cullers y poblada de personajes freaks y desmesurados. El capitán Pemderton, un homosexual estudioso e intelectual pero amargado y cínico que se esconde tras un matrimonio mal avenido para no quedarse solo se obsesiona por el soldado William. El capitán Pemderton, encarna la civilización occidental y el poder patriarcal con todo lo que tiene de represivo y cruel. Por el contrario, el soldado Williams aunque limitado intelectualmente, se asocia a la libertad y al mundo natural. Leonora, la mujer del capitán Pemderton aunque, ciertamente, con un estatus social superior al del soldado Williams también simboliza lo natural y salvaje. Por otro lado Allison, la mujer del comandante Morris, obsesionada por la pérdida de su hijita de once meses, Catherine, no se entiende con su marido que le es infiel con Leonora y su único consuelo es la compañía de su criado filipino Anacleto. Allison representa la feminidad ultrajada por el poder opresivo del mundo occidental como simboliza la mutilación de sus pechos y el acabar sus días en un sanatorio mental al que es ingresada por su marido, el coronel Morris.
La Balada del Café Triste.
Es un compendio de muchas cosas y encierra todo el mundo de Carson McCullers. Por una parte es una novela profundamente poética, tierna y entrañable de de claros elementos sureños. Por otra es una novela de humor negro, con marcados elementos grotescos y es la obra de la autora junto con Un árbol. Una roca. Una nube dónde mejor expone su filosofía del amor. Pero sobre todo es una historia de amores desencontrados, de odio y de traición, ambientada en un pueblo triste y desolado dónde la dureza de la vida hace a los habitantes ser tristes y mezquinos. Ideal para una obra de teatro, contiene elementos dramáticos y efectistas como la balada de la cadena de presos al final de la novela.
Frankie y la Boda.
Es la más larga de las novelas de MacCullers. Consiste en un elaborado rito de iniciación a la madurez de Frankie, una solitaria adolescente sin madre y a quién su padre le presta poca atención. La novela se divide en tres partes que giran en torno a la boda del hermano de Frankie: En la primera parte la protagonista espera con ansiedad la boda del hermano para irse con los novios y así empezar una nueva vida. En la segunda Frankie se llamará F. Jasmine para asemejarse al nombre de su hermano que se llama Jasper y al de su novia que se llama Janice y formar con ellos lo que ella llamará un "nosotros". F. Jasmine proclamará su deseo de fundirse en la otredad y de poder ser diferente, saliendo así de su pequeño "yo". El climax se alcanza en la boda del hermano, cuando Frankie ve frustrado su apasionado deseo de unirse a los novios y vivir con ellos para lograr así  "una nueva vida".
En la tercera parte Frankie supera su deseo de ser "nosotros" y se llamará Frances alcanzando su nueva identidad; para ello  tendrá que sufrir la experiencia de la pérdida de su primo y compañero de juegos, John Henry y de Berenice, la criada negra que le hace de compañera y amiga, e iniciar esta vez su propia y auténtica vida.