martes, 27 de mayo de 2014

CUENTOS COMPLETOS DE SCOTT FITZERALD

Cabeza y Hombros. Titulado en un principio Nest Feathers, el cuento fue uno de los que Fitzgerald escribió en el otoño de 1910, después de que aceptasen publicar su primera novela, A este lado del Paraíso. El relato anticipa, de manera curiosa, su propia vida. Si el matrimonio obliga a Horace, un prometedor joven erudito en Filosofía, a abandonar sus estudios y dedicarse al mundo del espectáculo, el matrimonio del autor con Zelda Sayra en abril de 1920 pronto obligaría a Fitzerald a dedicarse a escribir y vender literatura de evasión.

Berenice se Corta el Pelo. Ocupa una posición importante en el canon de Fitzerald como temprano e ingenioso tratamiento de un tema característico sobre el que el autor volvería, más tarde en un tono más serio: la lucha por el éxito en la sociedad y la determinación con que sus personajes se entregan a ella. El cuento se basa en el detallado memorandum que el autor le envió a su hermana Annabel aconsejándole como conquistar la admiración de los chicos: cultiva un determinado encanto físico.

El Palacio de Hielo. Fue el primero de una serie de relatos en los que Fitzerald consideraba las diferencias tanto culturales como sociales entre el Norte y el Sur. El autor era completamente consciente de la influencia del Sur sobre sus heroínas, reforzada por su matrimonio con una belleza de Alabama.

El Pirata de la Costa. Fue el tercer cuento que el autor publicó en el Saturday Evening Post y demuestra sus rápidos progresos como versátil narrador. Es el primer relato en el que se desarrolla el tema, recurrente en la obra de Fitzerald, de una heroína conquistada por la extraordinaria hazaña de su enamorado.

Primero de mayo. Es la primera gran novela corta de Fitzerald, publicada durante su primer año de escritor profesional. Primero de mayo (S.O.S.) fue la obra de mayor éxito entre las que inspiró el interés ocasional del autor por la escuela narrativa naturalista y determinista. Está inspirado en la sensación de fracaso del autor durante la primavera de 1919 cuando trabajaba en una agencia de publicidad de Nueva York.

El Gominola. Fue escrito como continuación de El Palacio de Hielo. Fitzerald añadió este comentario cuando incluyó el Gominola en Cuentos de la era del jazz: "Esta es una historia del Sur que se desarrolla en la pequeña ciudad de Tarleton en Georgia. Siento un gran afecto por Tarleton pero no sé por qué cada vez que escribo un cuento sobre Tarleton recibo cartas de todos los puntos del Sur criticándome abiertamente. El Gominola también mereció una buena dosis de cartas reprobatorias".

El Extraño Caso de Benjamin Button.  Fue su segundo relato de corte fantástico, un estilo en el que escribió algunos de sus cuentos más brillantes y que quizá le atraía por su tensión entre romanticismo y realismo, así como por el desafío que la fantasía plantea: convertir lo imposible en verosímil.

El Diamante tan Grande como el Ritz. Titulado primero el Diamante en el Cielo. Este clásico de la novela breve fue rechazado por el Post y por otras revistas de gran circulación, incluso después de que Fitzerald eliminara entre cuatro y cinco mil palabras. Los responsables de las revistas consideraron el cuento incomprensible, blasfemo, o una desagradable sátira contra los ricos.

Sueños de Invierno. Escrito mientras Fitzerald ideaba su tercera novela, El Gran Gatsby. Es el más convincente de los cuentos que guardan relación con el mundo de Gatsby. Trata, como la novela, de un joven cuyas ambiciones acaban identificándose con la conquista de una muchacha rica y egoista. Los cuatro últimos párrafos del relato destacan por la compleja explicación que Fitzerald ofrece sobre la sensación de transitoriedad de Dexter, el protagonista, que se duele por haber perdido la capacidad para sentir dolor.

Estos cuentos se caracterizan por haber sido los precursores y las pruebas de El Gran Gatsby y de Suave es la Noche. Generalmente, en ellos Fitzerald cosifica las sensaciones al mismo tiempo que humaniza los objetos dotándolos de vida lo que da lugar a un original efectismo. En cuentos sucesivos el protagonista luchará tenazmente aunque sin éxito por el amor de una muchacha bella y frívola. Sin embargo, conseguirá salir indemne de la prueba y optará por dedicarse a su realización personal.

jueves, 8 de mayo de 2014

HISTORIA DE MAYTA DE MARIO VARGAS LLOSA

Mario Vargas Llosa fragua la historia de Mayta basándose en  un hombre que conoce de referencias y a través de periódicos, recortes y testimonios de diferentes conocidos implicados en la vida del verdadero Mayta y en las acciones que llevó a cabo.

Pero, pese a todo, la historia de Mayta es pura ficción basada en una historia real. El autor hace pasar a Mayta por un antiguo condiscípulo del colegio de los Salesianos dónde Mario Vargas Llosa estudió. A partir de ahí finge una amistad con él  y una posterior desvinculación con su vida para paso a paso ir reconstruyendo la historia con testimonios de familiares y compañeros de partido, de lucha, de vivencias.

El método que emplea el autor es ir intercalando las entrevistas y averiguaciones que hace sobre su supuesto condiscípulo con la vida novelada y ficticia de su personaje, manteniendo de esta manera más vivamente la atención del lector.

La historia está narrada en primera persona y parece autobiográfica. Mario Vargas Llosa rememora su adolescencia y juventud en Lima, ciudad a la que dedica especial atención al describirla. Una atención que es a la vez de amor y de resentimiento. De amor, por los agradables recuerdos de los lugares que frecuentaba en su adolescencia, de resentimiento por la pobreza, suciedad y carencias de la capital durante los años cincuenta  y sesenta.

Mayta es un cuarentón de pies planos que se ha pasado la vida en las catacumbas de la revolución teórica y de las intrigas revolucionarias. Aprista, disidente, moscovita, disidente y troskista. Todas las idas y venidas, todas las contradicciones de la izquierda de los años cincuenta se reflejan en la narración. El protagonista ha estado escondido, preso, ha vivido siempre en la penuria, pero la frustración no lo ha amargado ni corrompido. Se conserva honesto, idealista a pesar de una vida castrante.

En la cara de Mayta, exhausta y tensa se trasluce, de algún modo esa probidad secreta, incólume ante los reveses, esa pureza juvenil capaz de reaccionar con la misma indignación contra cualquier injusticia en su país o en el último rincón del mundo, y esa convicción justiciera de que la única tarea impostergable y urgentísima era cambiar el mundo.

El protagonista perteneció al partido comunista del que le expulsaron mientras estuvo en la cárcel. El partido estaba en la ilegalidad y era minúsculo. En la cárcel, con su espíritu de contradicción empezó a sentir simpatias heréticas. Daba conferencias a los presos sobre el doble poder, la revolución permanente y la esclearosis del estalinismo.

Mayta junto con Vallejos,  un teniente que conoce en una fiesta de su tía Josefa, planea una acción revolucionaria en Jauja, en los Andes peruanos. Si la insurrección conseguía durar, desarrollarse, socavar aquí y allá el poder burgués obligándole a quitarse la máscara liberal y a mostrar su cara sangrienta, la clase obrera iría sacudiéndose de su letargo, de los engaños reformistas de sus líderes corruptos, de la ilusión de que podía coexistir con la clase entreguista e incorporarse a la lucha.

La historia de Mayta sirve de pretexto a Mario Vargas Llosa para hacernos una radiografía del Perú de la época, los años sesenta, los diferentes partidos políticos de izquierdas que se enfrentaban al poder reinante: el POR, los pablistas, los antipablistas, las luchas y desencuentros en sus filas. El genio narrativo del autor permite aunar todos estos elementos sin que el relato resulte pesado gracias a la sabia interpolación de realidad con ficción.