lunes, 4 de agosto de 2014

LOS AÑOS CON LAURA DÍAZ DE CARLOS FUENTES

La trama de la novela abarca un lapso de cien años, desde 1868 a 1968. La historia de la protagonista va siendo narrada al mismo tiempo que la historia del país. La intención del autor parece ser recuperar la parte femenina que ha quedado diluída en la historia de un país fundamentalmente masculino, dónde la herencia azteca, árabe y española la ha marginado del acontecer histórico. Carlos Fuentes escribe la memoria del siglo XX mejicano apoyando su narración en hechos y personas que determinaron la conformación del Méjico actual.

De manera simultánea, el autor realiza un recorrido por la vida íntima de una mujer, Laura Díaz, y de las pasiones, los obstáculos los prejuicios, el amor filial, las alegrías y las penas que la conducen a conquistar su propia libertad y su libertad creativa.

Los Años con Laura Díaz es la historia de una saga familiar, originada en Veracruz que sirve de sustento a esta novela histórica. Como nunca antes Carlos Fuentes es fiel a su propósito de describirnos el cruce de caminos dónde se dan cita la vida individual y la vida colectiva. El autor nos lleva a un mundo mágico en un país que en el siglo XX fue lugar de encuentro de diferentes personajes históricos debido a los avatares políticos de esos años.

El relato se inicia con la abuela de Laura Díaz, doña Cósima que nació en Alemania y está casada con otro alemán, don Felipe, dueño de una plantación en Veracruz. Cósima vivió un evento fugaz que marcó para siempre su vida cuando era joven. Viajaba en una diligencia que fue asaltada por uno de los bandidos más famosos de su tiempo, "El Guapo de Paplanta", quien con el propósito de despojarla de sus joyas le dijo que le entregara los anillos que llevaba, a lo que Cósima contestó que para que los tuviera tendría que cortarle los dedos. El bandido así lo hizo, de un machetazo le cortó los dedos. Sin embargo, Cósima siempre recordaría su apostura, pues le dejó una gran impresión y solventaría la mutilación usando unos guantes rellenos que hacían parecer que tenía dedos.

Laura Díaz aparece desde muy niña muy apegada a su abuela con quien comparte secretos y confidencias. Cada capítulo describe sus progresos, sus sentimientos, sus anhelos, sus deseos e inquietudes transitando por las tradiciones veracruzanas de socialización de vida en familia. Laura pasó algún tiempo en la ciudad de Xalapa, en Veracruz, dónde fue testigo de atroces sucesos como la muerte de su medio hermano Santiago a manos de sus enemigos ideológicos.

La protagonista se relaciona con hombres que desean verse favorecidos con su aceptación hasta que llegó Juan Francisco López Greene que con sus ojos verdes y su fisonomía extraña, entre negra e indígena, la cautiva y se casa con él, teniendo dos hijos Santiago y Dantón.

Aparecen en la narración personajes históricos tan conocidos como los pintores Diego Rivera y Frida Khalo, su mujer, haciendo hincapié en el Méjico post-revolucionario y la forma en que Laura Díaz participa, su interacción con estos artistas y la sociedad de intelectuales a la que pertenecen.

La ciudad de Méjico fué el lugar de encuentro con nuevas personas con quienes se relaciona nuestra protagonista y comparte eventos sociales así como amoríos clandestinos que lograron en ella transformaciones importantes en su manera de ver la vida, las personas y las situaciones. Laura Díaz se nos presenta como una mujer que logró romper con esquemas y patrones sociales y culturales, lo que le permite construir su vida y sus convicciones, valorar a las personas que la rodean, obtener ventaja de las situaciones y lograr un crecimiento como mujer fuera de serie.

Estamos ante una obra maestra. Carlos Fuentes aparece en esta gran novela como muy digno merecedor de sus numerosos galardones como el Premio Cervantes y el Premio Príncipe de Asturias.

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