lunes, 10 de noviembre de 2014

EL LECTOR DE JULIO VERNE DE ALMUDENA GRANDES

Nino, hijo de guardia civil, tiene nueve años, vive en la Sierra Sur de Jaén, y nunca podrá olvidar el verano de 1947. Pepe el Portugués, el forastero misterioso, fascinante, que acaba de instalarse en un molino apartado, se convierte en su amigo y su modelo. Mientras pasan juntos las tardes a la orilla del río, Nino se jurará a sí mismo que nunca será guardia civil como su padre, y comenzará a recibir clases de mecanografía en el cortijo de las Rubias, donde una familia de mujeres solas, viudas y huérfanas, resiste en la frontera entre el monte y el llano. Cuando descubre un mundo nuevo gracias a las novelas de aventuras que le convertirán en otra persona, Nino comprende una verdad que nadie había querido contarle.

Por encima de todo, Nino aprenderá que la Guerra Civil ocho años después, en Fuensanta de Martos, en Jaén, en Andalucía y en tantos lugares de España todavía no ha terminado y no terminará mientras haya guerrilleros como Cencerro, una leyenda antes y después de su muerte, y guardias civiles dispuestos a todo con tal de matarlos uno por uno.

¿Por qué lucha su padre? ¿Por qué arriesga su vida y la de toda la familia? ¿Por qué se siente culpable? ¿Por qué los otros niños no quieren jugar con él? ¿Por qué no puede invitar a churros a la nieta de una roja?

A lo largo de tres años, entre 1947 y 1949, el denominado trienio del Terror, Nino encontrará las respuestas a estas y a muchas otras preguntas y entenderá por fín que la verdad es también lo que ha sucedido aunque nos guste tan poco que habríamos dado cualquier cosa por haberlo podido evitar.

Así crecerá Nino, dejará de ser el Canijo para ser un Carajita, algo que aunque no lo sabía nunca había dejado de ser. Porque uno puede elegir a los amigos, a los enemigos, los motivos por los que lucha, pero no se puede elegir ni cambiar la familia, el pasado, los orígenes, los ideales.

Entre redadas, detenciones, chivatos traidores, torturas, asesinatos, suicidios, robos, viudas, huérfanos, entre el pueblo y el monte, entre el llano y las montañas, entre guerrilleros y guardias civiles, Nino entenderá, aprenderá, comprenderá, llorará y reirá, descubrirá el amor, comprenderá quién es él, quiénes son los suyos y quién quiere ser él ahora y en el futuro.

Entenderá que muchas veces no queda más remedio que obedecer órdenes, olvidarse de los ideales y pensar únicamente en sobrevivir. Y por encima de todo aprenderá que los piratas como John Silver el Largo no viven sólo en los libros de Stevenson, sino que también pueden vivir en su pueblo y ser buenos y, por último, que en medio de una guerra que no se va a acabar nunca, un restaurante de Toulusse llamado Casa Inés no está tan lejos de Fuensanta de Martos.

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