martes, 7 de febrero de 2012

EL IMPERIO ERES TÚ DE JAVIER MORO

El Imperio Eres Tú de Javier Moro es una novela-ensayo histórico-biográfica que se adentra en la vida, aventuras y amores del emperador Pedro I de Brasil, -y también, por un corto período, Pedro IV de Portugal; un hombre que de ser emperador se convirtió en soldado por propia voluntad luchando por la libertad y la constitución en América y en Europa, como un Bolívar o un San Martín, en una época -el siglo XIX- en que el absolutismo era moneda de cambio corriente; un hombre que promulgó la Constitución más libertaria de su tiempo; que intentó desesperadamente suprimir la esclavitud en Brasil; que proclamó la independencia de Brasil aún en contra de los deseos de su padre el rey Juan VI de Portugal, gobernando así el país más extenso de América del Sur.
Pero el autor no se centra meramente en el aspecto histórico, sino que ahonda y profundiza en el alma y la personalidad de sus personajes, haciéndolos próximos y entrañables. Asistimos, de este modo, al espectáculo de un hombre de grandes contradicciones, con enorme intuición para aprovechar los momentos propicios y sacarles partido, logrando ser un gobernante querido y aclamado por el pueblo; un gobernante que enfervorecía a las masas pero, por otra parte, se nos muestra a un emperador disoluto, con una enorme debilidad por las mujeres y  que aunque sólo se casó dos veces tuvo un gran número de amantes y casi cien hijos.
Pero Pedro I no es el único protagonista de El Imperio Eres Tú, también lo es su primera esposa, Leopoldina, archiduquesa de Austria y emperatriz consorte de Brasil, cuya inteligencia, personalidad y buen gobierno quedan admirablemente descritas por Javier Moro en este ensayo y colocan a la emperatriz en un lugar relevante, resaltando el hecho de que gracias a Leopoldina, Pedro consolidó y aglutinó su imperio; era ella, en realidad, la que se reunía con los ministros para tomar las decisiones mientras su marido estaba con su amante, Domitila de Castro, ajeno a los intereses de estado y también a los de la propia Leopoldina, que vivía sumida en la tristeza por el abandono y traición de Pedro y acobardada por las intrigas palaciegas que conspiraban en su contra ya que la consideraban una extranjera. 
Pedro llegó al extremo de construir un palacio a Domitila enfrente del de San Cristóbal, donde residía Leopoldina y la hizo dama de compañía de la emperatriz colocándola por encima de ella en poder y riqueza. Sin embargo, Leopoldina soportó estoicamente tanto las infidelidades de su marido como las injusticias de que era objeto por parte de todos los cortesanos y siguió muy a su pesar viviendo en ese país del que era emperatriz y dónde el pueblo, que sabía de su infortunio y que nunca se lo perdonó al emperador, siempre la adoró. 
Por otra parte, Javier Moro nos hace una auténtica inmersión en el ambiente denso, vibrante y sumamente exótico de la Amazonia donde nos vemos rodeados de palmeras, buganvillas, epes con sus flores malva que contrastan con el verde oscuro de las montañas altas y redondas. Las descripciones son tan exactas y evocadoras que de su mano logramos adentrarnos y casi tocar  ese exuberante paisaje tropical.
Descubriremos que la idea de crear Brasilia la tuvo el estadista José Bonifacio, mano derecha del emperador y una gran cantidad de datos curiosos que siempre gusta conocer como los orígenes de los carnavales; la devoción de Pedro I por el Quijote; las relajadas costumbres de la Corona respecto al sexo en aquellos tiempos; la posibilidad de haber tenido en el siglo XIX un emperador de toda la península Ibérica, etc.
El autor ha creado un ensayo histórico-biográfico detallista en extremo, aunque obviando datos de estudio que pudieran resultar aburridos al lector de narrativa y aportando, a su vez, calidez y rítmo a la prosa, que resulta espléndida con algunos diálogos de vez en cuando.    
Un Premio Planeta extraordinariamente merecido el de Javier Moro. 

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