miércoles, 29 de febrero de 2012

EL PRISIONERO DEL CIELO DE CARLOS RUIZ ZAFÓN

Carlos Ruíz Zafón nos brinda en el Prisionero del Cielo la tercera novela de aventuras que completa la trilogía después de La Sombra del Viento y el Juego del Ángel y aunque cada una de ellas es una obra acabada que se cierra en sí misma, en el epílogo nos prepara para aguardar la siguiente novela en la  que, por fín, se desentrañará el misterio final.
Con una clara reminiscencia de la novela picaresca y en un lenguaje impecable, El Prisionero del Cielo se desenvuelve en Barcelona, en los años borrascosos del franquismo, dónde el arribismo y exterminio a los oponentes eran moneda de cambio corriente y la "paz" sólo se podía conseguir al precio del sometimiento más abyecto. La novela empieza en noviembre de 1957 y se va alternando con otro relato situado en el pasado, en 1939.
Daniel y Fermín, los héroes de las dos anteriores novelas, se encuentran con sus vidas encauzadas y trabajando en la librería familiar Sampere. Daniel casado con Beatriz y con un niño de pocos meses y Fermín a punto de seguir su ejemplo, cuando un extraño personaje irrumpe en sus vidas de manera abrupta y los lleva a remontarse a un pasado que creían cerrado para siempre, en los años en que Fermín es hecho prisionero de los nacionales y encarcelado en la fortaleza de Montjuic, dónde la muerte anidaba en silencio y los barceloneses, atrapados en la más larga noche de su historia, preferían no alzar la vista al cielo para no reconocer la silueta de la prisión en lo alto de la colina. Allí Fermín conoce a un escritor del que ha leído todas sus historias, David Martín, al que todos llaman el Prisionero del Cielo, encerrado por haber sido acusado de dar muerte a su mentor y mejor amigo, Pedro Vidal, y a su esposa, Catalina; pero en realidad, ha sido encarcelado con falsos testimonios comprados y sus libros han sido quemados por atentar contra la moral y el orden. Sin embargo, David Martín tiene una amiga, Isabella, una mujer a la que ama por encima de todas las cosas y ella hará lo imposible por liberarlo. Pero la cárcel, enormente vigilada está dirigida con mano de hierro y un régimen durísimo por el director, Mauricio Valls, que debe su puesto a estar casado con una mujer inválida, hija de un poderoso industrial, cuyos tentáculos sostenían buena parte del presupuesto del general Franco y de sus tropas. Este siniestro personaje, con delirios de grandeza y empeñado en que sus abominables escritos alcancen al lector común, chantagea a David Martín para que le reescriba su obra y poder así triunfar, amenazándole, si no lo hace con encarcelar para siempre a Isabella, a su marido y quitarles el niño de pocos meses que tienen. Estos dos personajes, David Martín y Mauricio Valls tendrán una influencia directa en Daniel cuando se entera por Fermín del papel que han tenido en la vida y la muerte de Isabella, su madre.
De esta manera, Carlos Ruíz Zafón nos sumerge en una trama absorbente que es, a la vez continuación de sus dos novelas anteriores, y nos hace respirar el drama de una época convulsa, con los estandartes del terror y del miedo siempre presentes; una época que es necesario no olvidar del todo y mantener en el recuerdo para que no se pueda volver a repetir.

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